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sábado, 3 de marzo de 2012

Anécdotas del regreso


¨What happen in Vegas, stays in Vegas¨ o, al menos eso dicen…

El día comenzó temprano, a las 6:15 hs había que estar en recepción porque salía el bus para el aeropuerto. Como de costumbre, están los que llegan siempre en hora, los que llegan justo, y… los que llegan desde la discoteca!!

Mientras esperábamos a que el grupo se presentase en el punto de reunión, bajó uno de nosotros con unas pintas dignas de película. Arrastrando consigo 2 maletas, 1 altavoz portátil, y vestido de cualquier forma (rollo playa), consiguió dejarnos a todos boquiabiertos y flipando. Cómo explicarlo? Mmmm… descalzo, bermudas bajas, camiseta de tirantes, cara de resaca, todo despeinado… Lo visualizan?

Nos subimos finalmente al autobus, que es la cosa mas putera del mundo!! Iban subiendo los diferentes miembros del grupo, y ya comenzaban a verse miradas cómplices, risas reprimidas… los de la fiesta tenían, aparte del cafe en mano, muchas historias que contar pero se estaban recreando en ellas mientras los demás esperábamos impacientes a que empezasen a contarlas.

Finalmente convencimos a uno de los implicados, para que empezase a hablar… Las historias se sucedían una tras otra y eran dignas de películas. Los estafaron, perdieron pasta en el casino, los echaron de la discoteca… vamos, que se lo pasaron a lo grande!!
Una vez en el aeropuerto, empezaba lo bueno… o lo malo, según se mire. 
Momento tenso, se escucha a Marcos decir:

- No encuentro el pasaporte…

Buscate bien Marcos, buscate bien… haz el favor!!! pues no. Después de vaciar la mochila, la maleta, los bolsillos, y todo lo que podía llegar a vaciar… el pasaporte no estaba. El resto estaba haciendo el check-in y a Marcos no le quedaba mucho tiempo para irse hasta el hotel y volver (suponiendo que estaba ahí). Se fue corriendo a buscar un taxi y desapareció… Momento tenso y lleno de incertidumbre. Si Marcos se quedaba, alguien tenia que perder el vuelo para quedarse con el… así que imaginar el panorama! Tras debatirlo, no salía un nombre en claro… así que mientras esperábamos al susodicho, cada uno exponía su teoría. 

El resto del grupo siguió adelante y dejo detrás a Marcos. Una vez dentro, y comiendo algo, nos avisan que finalmente encontró el pasaporte en la habitación del hotel y que había llegado a hacer el check-in. Un susto… pero gracias a la rapidez de reacción, y al chofer (que se llevo una buena propina), el amigo pudo subirse al avión…

Llegara más tarde la parada de Filadelfia, la pesadilla continuaba...

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